Escándalo total en Australia. Un informe encargado por la Comisión Australiana de Derechos Humanos ha destapado toda la serie de abusos que se han producido en la gimnasia del país oceánico desde la década de los 80.

Desde abusos verbales, físicos y sexuales hasta ridiculización de los cuerpos de las deportistas, el informe contiene entrevistas a 57 personas entre las que se incluyen atletas, familiares y entrenadores.

El texto, encargado el año pasado por la Federación de Gimnasia de Australia tras el escándalo en Estados Unidos por Larry Nassar, denuncia "conductas sexuales inapropiadas y abusos que ocurrieron durante los entrenamientos, en lugares públicos y a escondidas, en vestuarios y baños, recibiendo tratamiento físico y durante los trayectos hacia y desde las sesiones de entrenamiento".

"Un terapeuta masajista abusó de mí cuando me estaba tratando por una lesión. El abuso ocurrió durante un tiempo cuando yo tenía 8 ó 9 años. Abuso, sexo y denuncia eran conceptos totalmente ajenos a mí en aquella época. Este hombre abusó de diversas maneras de mí, a menudo con mi madre en la habitación", relata una de las atletas que ha dado su testimonio.

"Yo lloraba en silencio en la camilla y las lágrimas caían por mi rostro. Recuerdo que sentía un dolor increíble, pero no quería quejarme", añade, recordando los tocamientos y abusos sexuales a los que era sometida.

La Federación de Gimnasia de Australia ha pedido "disculpas sin reservas a todos los atletas y miembros de sus familias que hayan experimentado cualquier forma de abuso al participar en este deporte".

A su vez, Kate Jenkins, comisionada de discriminación sexual, afirma en un comunicado de la Comisión Australiana de Derechos Humanos que quiere que este sea el primer paso para un presente y futuro sin abusos: "Esta es una oportunidad para que la gimnasia en Australia lidere el camino en lo que se refiere a la seguridad de los menores y la igualdad de género".