En las últimas semanas Alpine protestó en busca de una regulación en el rendimiento de los motores de los diferentes suministradores en la Fórmula 1. Unas protestas que, si bien parecía que no iban a ninguna parte, han logrado su objetivo.

Sin embargo, no va a ser un cambio a corto plazo, si no que se llevará a cabo de cara al nuevo reglamento técnico que se introducirá a partir de 2026 en el 'Gran Circo', a la misma vez que llegarán los nuevos monoplazas.

La medida consiste en que, si un fabricante de motores (véase Renault) se encuentra un 3 % por detrás del rendimiento del motor más potente, se le dará un tiempo adicional en el banco de pruebas para tratar de mejorar su motor e igualar el rendimiento.

Una decisión que sin duda va a ser beneficiosa para la competitividad y el espectáculo pero que, sin embargo, también va a traer consigo más de una polémica.

De esta manera, la meritocracia en cuanto al desarrollo de los motores queda completamente difuminada y muchos de los equipos no van a estar conformes ante ello.

Además, actualmente el desarrollo de los motores se encuentra congelado por parte de la FIA y el objetivo de la Federación siempre ha sido no penalizar a ningún fabricante por falta de experiencia. Algo que, gracias a las quejas de Alpinepor sus desfase de 30 cv en el motor, han podido finalmente realizar.