El accidente de Charles Leclerc en la Q3 del Gran Premio de Mónaco, que impidió a pilotos como Carlos Sainz o Max Verstappen, ya ha sido examinado por la FIA.

Michael Masi, director de carrera, ha descartado que fuera una acción intencionada como muchos apuntaron, recordando lo que hizo Michael Schumacher en el año 2006.

"Revisamos el incidente de inmediato en el control de carrera y nos quedó bastante claro que fue un error en la primera parte en la curva 15", ha afirmado en 'Race Fans'.

"Tras haberlo revisado, haber mirado la telemetría y haber escuchado las comunicaciones con el equipo, no creo que ningún piloto hubiera salido para dañar de forma significativa su coche hasta ese punto en ninguna circunstancia por las consecuencias que podría tener", ha detallado.

Leclerc no pudo tomar la salida después de que su caja de cambios quedara dañada. El monegasco había logrado la pole en su casa, pero tuvo que ver la carrera desde el box.

El de Ferrari se abrazó con Sainz nada más finalizar la prueba, recibiendo, además, el cariño de los mecánicos e ingenieros del equipo.