Cuatro horas tuvieron que pasar desde que se debía iniciar la carrera hasta que se notificó su suspensión definitiva. Unas cuatro horas en las que hubo varias vueltas detrás del coche de seguridad y mucho tiempo de espera. Demasiado. Por ello la FIA ha pedido perdón.

En un comunicado de la noche del domingo piden disculpas a los aficionados y justifican la decisión tomada en Spa: "Después de la importante interrupción del Gran Premio de Bélgica por la meteorología, la FIA y la Fórmula 1 están decepcionados por todos los aficionados que han asistido a la pista y los que están en casa de que la carrera no haya podido disputarse".

"La seguridad de los pilotos, comisarios y espectadores siempre debe ser la prioridad", dice la nota. Los pilotos se quejaron durante las pocas vueltas que se dieron de la poca visibilidad en la pista debido al agua acumulada.

"La decisión de los comisarios de ampliar la ventana de celebración de la carrera ha dado todas las oportunidades posibles para aprovechar el día, pero, lamentablemente, las condiciones meteorológicas no mejoraron lo suficiente para completar más vueltas", finaliza el comunicado.

Se repartieron la mitad de los puntos y algunos pilotos han protestado por ello. Max Verstappen se hizo con la victoria más surrealista de los últimos años. La más cómoda, sin tener que defenderse de nadie, por un valor de 12,5 puntos.