Alpine podría estar haciendo trampas con los motores. Es la sospecha que tiene Ferrari después de que el equipo francés solicitase igualar la potencia en la última reunión de la Comisión de la Fórmula 1.

Los de Enstone argumentaban que el motor Renault ofrecía una potencia entre 20 y 33 CV inferior a la que dan los propulsores de Ferrari, Mercedes y Honda. Por ello, pidieron que se les permitiese romper la congelación de motores o, en su defecto, que se obligase al resto de equipos a limitar la potencia.

Esta solicitud se sometió a votación y el resto de las escuderías no la apoyaron, aunque dejaron la puerta abierta a aplicar una medida de ese estilo a partir de 2026, año en el que entrará en vigor el nuevo reglamento técnico.

Ferrari sosprecha de Alpine

Entre los que rechazaron la medida está la Scuderia Ferrari. Los italianos sospechan que los datos ofrecidos por Alpine no son reales y por lo tanto, no hay ningún motivo para ayudarles a ganar rendimiento.

"Es cierto que cuando decidimos congelar el motor consideramos que en circunstancias excepcionales podríamos tratar de encontrar una manera de apoyar al equipo que estaría completamente fuera del rango, pero no estoy seguro de que Renault esté tan lejos. No tenemos los mismos números que Alpine", ha asegurado Vasseur.

"Si tenemos que hacer algo, no puede ser el flujo de combustible. Tenemos el mismo enfoque con la asignación del túnel de viento. El equipo que es décimo en el Campeonato de Constructores tiene más tiempo en el túnel de viento... no es que tenga diez kilos menos peso", ha explicado.

El jefe de Ferrari sostiene que equilibrar el rendimiento de los equipos de forma artificial va contra el espíritu de la Fórmula 1. "Permites que el equipo o el fabricante de unidades de potencia se desarrolle, y no le das una ventaja. Creo que ése sería el comienzo del 'balance of performance' (equilibrio de rendimiento)", ha concluido Vasseur.