Ninguno de los dos Ferrari, ni Carlos Sainz ni Charles Leclerc, han subido al podio en las dos carreras que se han celebrado del mundial de Fórmula 1. De hecho el primer piloto en la clasificación es el español, cuarto, a diez puntos de Fernando Alonso (30 con el Aston Martin).

Ferrari sabe que tiene mucho por mejorar. Y prepara un importante paquete, que sin embargo no llegará a corto plazo. Ni mucho menos en el Gran Premio de Australia, donde se espera que los dos pilotos de Maranello tengan que volver a sufrir en pista con su SF23.

Esas mejoras no llegarán hasta Italia, es decir, el domingo 21 de mayo. Pero antes quedan tres carreras: Australia, Azerbaiyán y Miami.

Tres circuitos en los que el Ferrari no podrá competir con Red Bull y tendrá que 'conformarse' por luchar por el podio. Sus rivales serán Aston Martin y los Mercedes, que dieron un paso adelante en Arabia Saudí.

Sainz ya apuntó que "sabían" lo que tenían que hacer para estar arriba: "Sabemos dónde desarrollar el monoplaza, sólo necesitamos tiempo porque por la debilidad que vimos en Bahrein".

Y esas mejoras podrían "cambiarlo todo" aunque tardarán: "Estoy seguro de que este equipo es capaz de traerlas al principio de la temporada, y esto podría cambiar completamente nuestra temporada, así que es hora de trabajar duro".

El bajo rendimiento de los de Maranello ha provocado una crisis interna, señalando a un Fred Vasseur que acaba de aterrizar. También avivó los rumores de una salida precipitada de Leclerc... metiendo a Lewis Hamilton en la ecuación. Algo que se convertiría en un bombazo tremendo para la F1.