Singapur es uno de los circuitos en los que mejor se ha desempeñado Fernando Alonso. Curiosamente, este es uno de los trazados más exigentes de toda la temporada, debido a las altas temperaturas y humedad que hay en el país asiático. Además, la amenaza de lluvia es muy elevada y eso podría ser de gran ayuda para el asturiano.

Hay que recordar que la última vez que llovió en una clasificación esta temporada, Alonso logró clasificar en segundo lugar. Fue en el GP de Canadá. Además, el asturiano es uno de los mejores pilotos en condiciones extremas, por lo que la lluvia podría ser un gran apoyo de cara a conseguir un mejor resultado.

Los pronósticos de lluvia e incluso de tormenta han ido en aumento. Sin embargo, en este circuito urbano es muy difícil adelantar. En 2017 hubo 11 adelantamientos, en 2018 tan solo cinco y en 2019, hubo un total de 20.

Alonso sabe lo que es ganar en Singapur. Lo logró en 2008 con Renault, año en el que el trazado de Marina Bay debutó en el calendario de la Fórmula 1. También se subió a lo más alto del podio en 2010. Además, logró un segundo puesto en 2013 y dos terceros en 2009 y 2012.

En 2017, con McLaren Honda, hizo una salida estelar en la que se iba a colocar segundo saliendo octavo. Sin embargo, un triple accidente en la salida entre Sebastian Vettel, Kimi Raikkonen y Max Verstappen provocó que Alonso trompeara en la primera curva y tuviera que terminar abandonando por los daños del choque.

El piloto de Alpine nunca ha quedado en Singapur por debajo del puesto en el que ha clasificado. Este dato garantiza la consistencia del asturiano en este circuito.

Alonso, con ganas de probar las mejoras

Alpine ha traído para el Gran Premio de Singapur un nuevo suelo que ayudará en la parte aerodinámica del coche. En este circuito, la carga aerodinámica debe ser máxima. En la escudería francesa están ilusionados con esta nueva pieza y esperan dar un paso al frente e incluso pelear con los Mercedes.

"El equipo ha trabajado en las mejores y estoy impaciente por probarlas", comenta Alonso. De hecho, la idea es probar el nuevo suelo en Singapur, ver como funciona y con todos los datos recopilados, lograr sacarle un mayor rendimiento en Japón.

En este circuito Max Verstappen podría proclamarse campeón, aunque para ello tanto Charles Leclerc como 'Checo' Pérez tendrían que tener una mala carrera.