Pasó inadvertido... pero era el principio de todo. Tan solo un mes después de firmar un contrato multianual con Aston Martin, y aún bajo el yugo de Alpine, Fernando Alonso ya arrancó 'La Misión'.

El bicampeón del mundo de Fórmula 1 sabía que desde varios meses atrás en Silverstone llevaban trabajando exclusivamente en la confección del AM23, el monoplaza de esta próxima temporada, bajo la dirección de Dan Fallows, ex de Red Bull, y Eric Blandin, ex de Mercedes.

Es por ello que, al término del Gran Premio de Países Bajos, el asturiano se puso en 'modo espía' para observar de cerca el Red Bull RB18B de 'Checo' Pérez.

Sin duda, el monoplaza de los de las bebidas energéticas ha sido el más potente de 2022 y Dan Fallows, expupilo de Adrian Newey, el gran 'gurú' de la Fórmula 1, sabe que el camino correcto es el que va casi en paralelo a su exquipo.

Junto a Alonso llegó Lance Stroll, que será compañero de Fernando este año. Quedaba claro que ambos habían recibido instrucciones para observar distintos puntos del monoplaza.

De hecho, cada uno se centró en una parte. Por un lado, el asturiano se ocupó de la zaga, la parte trasera del coche, incluyendo alerón, difusor y salidas de aire; por el otro, el canadiense no perdió detalle del 'cockpit' y el alerón delantero.

Cabe recordar que el reglamento permite ver pero no tocar los monoplazas de los rivales. De hecho, hace dos años, a Verstappen le cayó una sanción pormanipular el alerón trasero de Lewis Hamilton.