La mala suerte y falta de fortuna se han casado con Fernando Alonso este fin de semana en Australia. Todo lo que podía salir mal, salió mal, y en el peor momento.

Cuando durante la clasificación, ya en Q3, pulverizaba el segundo sector e igualaba las cronos de Charles Leclerc y Max Verstappen, un fallo hidráulico en el A522 mandó el Alpine del asturiano contra el muro.

Ya en domingo, saliendo desde la décima posición y aún resentido de las molestias que le deparó el accidente, el capricho del 'Gran Circo' se ha cebado con la estrategia a una para con neumático duro del equipo francés.

El accidente de Sebastian Vettel en la vuelta 22 sacó el safety car a pista, pero Alonso aún no podía parar. Aguantó y, ya con un tren formado a su rebufo, paró en boxes después de que el coche de seguridad virtual saliese al trazado de Albert Park después del abandono de Max Verstappen.

Al final, último en Melbourne después de sufrir 'graining' en la recta final y muy malas sensaciones en general tras un fin de semana en el que perfectamente se podría haber subido al cajón.

"La verdad es que te quedas sin palabras porque estábamos haciendo una buena carrera otra vez. Nuestra predicción era entre el sexto y el séptimo y salió el Safety Car, que reagrupó a todo el mundo. No podíamos parar para poner las amarillas (neumáticos medios) porque era muy pronto", ha explicado el ovetense en 'DAZN' tras la carrera.

"Salió otro Safety Car (Virtual Safety Car) y teníamos que parar sí o sí, pero era demasiado pronto para poner las amarillas igualmente. Y al final fuera de los puntos, así que la verdad es que... sin palabras", ha añadido.

De hecho, viendo a Russell en el podio, Alonso cree aún más que podría haber ocupado ese puesto: "Creo que es cuestión de mala suerte. En Jeddah nos retiramos cuando éramos sextos y hoy habríamos hecho séptimos con facilidad. Y sin el problema de ayer, quizá podio viendo que Max (Verstappen) se retiró, así que perder estos dos resultados, pues la verdad es que duele. Con George en el podio, creo que éramos bastante más rápidos que Mercedes en este circuito".

Para zanjar, Fernando ha tirado de ironía y le ha mandado un 'guiño' al karma: "Pero bueno, no hay que darle muchas vueltas, hay que pensar en la siguiente. Hemos hecho tres, quedan 20, así que tendremos muchísima, muchísima suerte en alguna de esas 20, yo creo". En dos semanas, en Imola, nueva llamada a la diosa fortuna.

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