Parece que Fernando Alonso nunca se ha ido. Tras dos años fuera de la Fórmula 1, el asturiano ha vuelto (y de qué manera) a ponerse a manos de un monoplaza en el 'entrenamiento' más exigente que ha tenido hasta el momento en el preludio de su regreso al 'Gran Circo'.

El piloto lo ha hecho con el Renault RS20 de la reciente temporada en el test de jóvenes pilotos acontecido en el circuito de Yas Marina, en Abu Dabi. Por la mañana, rodó con neumáticos medios y solo le superó Vandoorne, pero después de que su Mercedes abandonase por problemas técnicos, Fernando probó los medios y los blancos por la tarde, obteniendo un gran resultado.

El bicampeón del mundo ha registrado el mejor tiempo del día (1'36"333), doblegando a los Mercedes (el neerlandés Nick de Vries, campeón de la F2 en 2019, ha quedado en segundo lugar a dos décimas) y superando a Daniel Ricciardo en una hipotética comparación con el Gran Premio del pasado fin de semana, pero estando a menos de una décima de la marca de Esteban Ocon, su futuro compañero, en la Q3 del GP de Abu Dabi (1:36.242)..

"Fue bueno y muy agradable estar de vuelta en el coche, especialmente con el equipo de carreras. He estado probando el coche de 2018 en preparación, pero este lo he sentido un poco más serio y encendió un poco mi espíritu competitivo", ha señalado Alonso tras los test.

"Ha sido estupendo experimentar lo que pueden hacer los coches de esta temporada. Estuve observando de cerca el progreso del equipo durante el fin de semana y fue agradable experimentar lo que aprendí desde fuera esta vez dentro de la cabina", ha añadido el asturiano.

Además, el piloto del renombrado Alpine F1 ha incidido en cómo ha exprimido el día y medio de test: "Asentamos muchas cosas básicas que hicimos en preparación en la fábrica, como el ajuste del asiento, la posición del pedal, etc., lo cual es beneficioso con solo un día y medio de pruebas de invierno el próximo año. Marcamos casillas hoy y entramos en Navidad y Año Nuevo con buen ánimo y todos motivados en el equipo".