Que si está mayor, que si es víctima de la mala suerte, que si no ha sabido elegir bien... a Fernando Alonso, a pesar de que le llueven los elogios por parte de voces autorizadas de la Fórmula 1, también le caen 'palos' de sus detractores.

Al asturiano se le achaca que no vence en F1 desde 2013, cuando pilotaba en Ferrari, pero lo cierto es que el samurái no ha vuelto a tener una espada con la que luchar en la cabeza.

Ahora, con un Aston Martin capaz de dar más de una sorpresa, Alonso ha salido al paso de los críticos para recordar que aunque no fuese en el 'Gran Circo', fue campeón del WEC hace cuatro años.

"No ha pasado tanto tiempo [desde su última victoria]. Sé que la gente piensa que he estado en una cueva durante décadas, pero he sido campeón del mundo hace cuatro años. No fue en F1, pero nuestro mundo no es solo F1. Hay muchas cosas bonitas en el automovilismo", ha señalado en declaraciones recogidas por 'Motorsport'.

A su vez, ha destacado su rendimiento al volante de un Alpine que estaba muy lejos de la cabeza de parrilla.

"Hace cuatro años ganaba y dominaba en el WEC. He estado luchando por podios durante los dos últimos años con Alpine. He estado luchando incluso por la pole el año pasado en Australia, e hice primera fila en Canadá hace como ocho meses", ha explicado.

"Es cierto que en aquella ocasión [Canadá] hubo circunstancias especiales [lluvia], y en Bahréin, con una carrera normal en seco, fuimos competitivos. Pero en los últimos diez años nunca me he sentido fuera de la Q1, y ahora de repente me he animado. Siempre he sido competitivo y espero que ahora lo sea un poco más", ha añadido.

Eso sí, Alonso sabe que en la Fórmula 1 solo se recuerda al campeón: "Hasta que no ganas, no cambia mucho, acabar séptimo o acabar tercero, o acabar segundo, o acabar 11º. No cambia nada: ganas o pierdes".