Fernando Alonso no está nada contento con Aston Martin. El piloto asturiano saldrá octavo en la carrera del Gran Premio de Hungría tras sufrir en la clasificación la falta de ritmo de su AMR23.

El equipo de Silverstone esperaba que, tras firmar dos malos fines de semana consecutivos en Austria y Gran Bretaña, volverían a ser competitivos en Hungaroring. Las curvas lentas del trazado húngaro, a priori, beneficiaban a su monoplaza, pero la realidad ha sido muy distinta.

Alonso ha sufrido para meterse en la Q3, pasando el corte por tan solo dos milésimas de segundo, mientras que Lance Stroll con su decimocuarta posición ni siquiera ha estado cerca de hacerlo.

El piloto asturiano cree que su equipo se está quedando atrasado en la batalla del desarrollo, y ha reconocido que están en el momento más difícil del año. "Tenemos que mejorar, no hemos traído demasiadas mejoras a lo largo del campeonato", ha dicho Alonso en declaraciones recogidas por 'As'.

De hecho, asegura que la falta de evolución del AMR23 se puede comprobar a simple vista: "El jueves publican todos los equipos las piezas que traen es fácil ver qué equipos han traído más y qué equipos han traído menos. Nosotros estamos entre los que menos".

El asturiano pone deberes a su equipo y asegura que, con las nuevas instalaciones terminadas, no hay excusas para volver a ser competitivos. "Tenemos que crecer como equipo. No solamente en la pista, también en la fábrica y en cuanto a ritmo de evoluciones", ha concluido Fernando Alonso.