Fernando Alonso estaba tremendamente tocado tras terminar, séptimo, la carrera del GP de Estados Unidos. El asturiano atendió a 'DAZN' tras la prueba, una en la que vivió multitud de sensaciones y en las que predominó una por encima de todas: miedo.

Porque eso es lo que dejó notar en su radio,y con muchísima razón. Porque en la vuelta 23 sufrió un durísimo accidente con Lance Stroll que puso a su Alpine a dos ruedas y a él directamente mirando al cielo de Texas.

"Cuando estaba en el aire tenía un poco de miedo. En la Indycar pasa. haces un 360. es peligroso. Vi que aterrizaba en el asfalto... Ahí pensé que se había roto el coche", afirma.

Y sigue: "Cambiaron gomas y hasta el final, eso me dijeron. Pensé que no podríamos. Al final acabar séptimo es increíble".

Pero Alonso hace especial énfasis al accidente y en lo afortunado que es: "Estoy contento ya de estar aquí hablando con vosotros porque podía estar en el centro médico".

Sobre la carrera, no tiene dudas: "La mejor del año, muy física. Las últimas vueltas empuje como una crono".

"Pero tengo aún el susto en el cuerpo. En las últimas 20 vueltas pensaba en el accidente. Sólo quería acabar", sentencia.