Esas trazadas diferentes, que Aston Martin calificó como "poco habituales", hicieron que Fernando Alonso volviera completamente loco a Sergio Pérez. Tanto que desde el muro de Red Bull le pidieron al mexicano que copiara estas trazadas. No era posible. "Me meto en aire sucio...", respondía por la radio.

El asturiano, que acumula ocho podios este curso, ha explicado en 'Motorsportweek' en qué consistió su defensa. La clave fueron las últimas curvas: la 10, 11 y 12. Salir con la máxima velocidad a la recta de meta.

"A él (Pérez) le costaba un poco entrar en las curvas 10, 11 y 12 detrás de otro coche y ese era el juego al que probablemente estábamos jugando...", sostiene el bicampeón de la Fórmula 1.

"Esas tres curvas fueron cruciales para la oportunidad de adelantamiento y sí, cuando eres el coche de delante, siempre tienes mejor agarre. Al ser el coche de delante tienes una pequeña ventaja en términos de agarre en las tres últimas curvas", explica el piloto de Aston Martin.

El uso de la energía también fue fundamental. De hecho su ingeniero de pista, en la última vuelta, le pidió que la exprimiera: "Puedes usar todo lo que tengas. Ten preparada la energía. Empuja y gasta toda la energía... tienes mucha".

"Estaba usando la energía también en rectas para asegurarme que no tuviera ninguna oportunidad. Y sí, a veces, simplemente cambiábamos de línea", comenta Alonso sobre el uso de la electricidad en el coche. Gracias a ello pudo recuperar la posición a Checo y subir a su octavo podio del año.