En los últimos grandes premios, el suflé de la victoria número 33 de Fernando Alonso se ha desinflado. Aston Martin ha firmado, por primera vez en la temporada, dos grandes premios consecutivos sin subir al podio en Austria y Gran Bretaña, provocando la desilusión de parte de los seguirores del piloto asturiano.

Sin embargo, el Gran Premio de Hungría puede ser un punto de inflexión en la temporada de Aston Martin, ya que le viene bien tanto a Fernando como a su AMR23.

Si el equipo de Silverstone pudiera diseñar un circuito a su gusto, no sería muy diferente al Hungaroring. Está plagado de curvas lentas y de media velocidad, en las que el AMR23 se ha mostrado como uno de los coches más competitivos de la parrilla, si no el mejor.

El ejemplo más claro de esto es Mónaco. Allí, Fernando Alonso se quedó a 84 milésimas de batir a Max Verstappen para hacer su primera pole en diez años, y si no hubiera sido por un error estratégico del equipo, la 33 podría haber llegado en el principado.

Un circuito hecho a medida de Aston Martin

Además, en Hungría prácticamente no hay rectas. Tan solo hay un punto de adelantamiento: la curva 1. Viene precedida de la recta de meta, que aunque es la más larga del circuito, es una de las más cortas del campeonato.

El segundo sector está lleno de curvas de media velocidad y cambios de dirección, aspectos en los que el Aston Martin se ha mostrado también muy competitivo, como se ha podido ver en circuitos como Melbourne o Montreal.

De hecho, el pasado fin de semana, el '14' lanzó la advertencia tras concluir la carrera en Silverstone. "Nosotros intentamos entender el coche, sufrimos en curvas rápidas, pero en curvas lentas vamos muy bien, en Hungría a lo mejor volvemos a luchar por el podio", dijo en declaraciones a 'DAZN'.

Alonso se crece en Hungría

Si Fernando Alonso hiciera una lista de sus circuitos favoritos, sin duda, el de Budapest estaría en ella. Allí logró su primera victoria en 2003 y una de las remontadas más espectaculares de la historia en 2006 bajo la lluvia.

Pero esas no han sido sus únicas actuaciones estelares. En 2009 logró la pole position con un Renault que era de los coches más lentos de la parrilla, y en 2021 protagonizó uno de los mejores duelos de los últimos tiempos.

Con un Alpine lleno de carencias, mantuvo en su estela a Lewis Hamilton durante más de 10 vueltas con una defensa magistral, lo que a la postre acabaría poniendo en bandeja a Esteban Ocon su primera victoria en Fórmula 1.

Todos esos factores hacen que el Gran Premio de Hungría sea una de las mayores oportunidades de Fernando Alonso y Aston Martin para lograr la ansiada vicoria número 33.