Qué bien va el Aston Martin. Qué bien hizo Fernando Alonsoen arriesgar el pasado verano. Qué acierto. Qué maravilla de coche. Qué trabajazo han hecho en Silverstone. Sí, muchos halagos, pero todos ellos son hasta cortos para definir el milagro del equipo británico. Uno de los pocos que ha habido, y que habrá, en la F1. Porque pasar de ser penúltimo a ser el segundo mejor equipo en un año es algo pocas veces visto en este deporte. Y Miami lo confirmó.

Confirmó lo que ya viene siendo un habitual. Algo a lo que habíamos dejado de acostumbrarnos. Porque sí, porque Alonso ya es uno más en los podios. Son los Red Bull y él. Así ha sido siempre, salvo en Bakú. Y Bakú fue una excepción. Bahrein, Jeddah, Albert Park y Miami son la realidad.

Son lo que Fernando ha hecho. Porque Fernando, en apenas un par de meses, ha convertido el podio en una costumbre. Ha logrado que lo que parecía una quimera en febrero sea lo normal. Sea un día más para él en la oficina. Sea su fin de semana estándar. Sea lo que hace interesante un Mundial con dominio claro de Red Bull..

Red Bull... más Alonso

Porque los de las bebidas energéticas están en otra dimensión. En una galaxia desconocida en la que tan solo ellos están y a la que solo dejan acceder al resto si tienen un problema. Sí, en Australia pasó ese 'algo' que debe pasar para ver algo diferente en el podio... pero en Miami ni ver a Verstappen arrancar noveno fue suficiente para evitar el doblete de los austríacos.

De hecho ganó la carrera, en una exhibición de desgaste cero de neumático duro. Le duró hasta la vuelta 46. Ahí entró a poner medios y en un par de giros se ventiló a Sergio Pérez. Plantó batalla, algo que el azteca solo tuvo que enfrentarse al comienzo de la prueba cuando Fernando Alonso trató de meterle el coche.

Algo que estaba claro que iba a pasar. Aunque luego le volviese a adelantar el Red Bull, peroel espectáculo, con Alonso, está garantizado. Fernando no pudo con él, pero sí logró no perder comba hasta que el mexicano decidió acelerar. Ahí Sainz ya había hecho su parada para el 'undercut'. Carlos lo logró, pero en su parada se ganó una sanción de 5 segundos por exceder el límite de velocidad en el 'pit lane'.

Tuvo hasta tiempo de mirar a las pantallas

No fue rival para Alonso, pero Fernando tenía un ritmo tremendo. Muy superior al Ferrari. Le quitó las pegatinas. Y a Esteban Ocon también. Fue su rival en los Libres, pero en carrera no. Alonso le pasó, comenzó a abrir hueco y a tener tiempo incluso para mirar a los monitores y ver cómo iba Lance Stroll.

Porque esta es la nueva realidad de Fernando. Una a la que nos está acostumbrando. Porque el podio es ya un habitual en el tercer clasificado del Mundial de pilotos. En el bicampeón. En quien decidió no renovar por el cuarto equipo del campeonato para firmar por el noveno. Sí, arriesgado. Arriesgado y acertado. Sólo él, y Aston Martin, se acercan a la galaxia de Red Bull. Nuevo cajón. Nuevo tercer puesto... y el reto de la 33 que sigue. Que sin duda es más que posible.