Lance Stroll protagonizó un horrible Gran Premio de Japón. Nada, absolutamente nada, salió a buen seguro como quería el canadiense. Como quería el piloto de Aston Martin. Como quería el compañero de un Fernando Alonso que puso al coche quinto el sábado y sexto el domingo. Mientras, él cayó en Q1 y terminaba fuera de los puntos.

Lo que fue algo habitual en 2023 durante no pocos meses se vivió en Japón. En Suzuka. En una carrera en la que a diferencia de lo vivido el pasado año hubo una radio, durísima, del hijo del dueño del equipo al garaje.

Porque era incapaz de verse o de sentirse superior con el monoplaza. Así era contra rivales, además, a priori más débiles o mejor dicho con monoplazas menos competitivos que el suyo.

Pero se quedó a gusto por radio: "¡Es increíble lo mala que es nuestra velocidad en recta! ¡Esto es como una categoría diferente!"

Ya no es tan 'GP2 Engine'

Ahora ha matizado lo que parecía un 'GP2 Engine' en toda regla. Stroll ha puesto el foco en los reglajes de su AMR24. En, especialmente, el alerón trasero.

"Fue muy complicado con esa velocidad en recta. Ese alerón trasero fue equivocado. Tuve que adelantar a todos en la curva 6, pero en las rectas fue imposible", cuenta.

Y hasta él lo reconoce: "Clasificación, carrera... En genera, uno de esos fines de semana para olvidar".

Sigue Stroll a años luz de Fernando Alonso salvo en contadísimas ocasiones. Como sucedió en 2023, parece que Aston Martin sigue teniendo a un solo piloto para sumar puntos de forma habitual.. Así, muy complicado es todo.