Hay una estadística terrible en la que Alpine es el desgraciado protagonista. El coche del equipo francés es el único que no ha mejorado ninguna décima con respecto a los tiempos de la temporada pasada en la Fórmula 1. Ni en Bahréin ni en Arabia Saudí. Y ello les ha condenado a las últimas posiciones de la parrilla.

En Yeda Esteban Ocon estuvo incluso merodeando los puntos. Finalizó decimotercero, aunque lejos en tiempo de la última posición de puntos que ocupó el Haas de Nico Hulkenberg. Pero el piloto galo pide asumir la realidad: no, no han mejorado.

Así lo expresó al finalizar el fin de semana ante los medios de comunicación: "Creo que fue una carrera oportunista, así es como deberíamos llamarla. Creo que estábamos décimos en algún momento prácticamente, porque Kevin tenía la penalización".

"Nos hemos abierto camino y hemos luchado y ha habido muchas batallas. Pero al final no fue suficiente. Llegamos a un punto que no pudimos mantener el ritmo. Básicamente éramos más rápidos de lo que el coche podía hacer al final, y nos fuimos hacia atrás poco a poco", dice un Ocon que esta vez sí pudo ser más rápido que los Racing Bulls de Yuki Tsunoda y Daniel Ricciardo.

"Está muy claro lo que tenemos que mejorar para las próximas carreras. Compitiendo más con los otros coches era más fácil de detectar lo que nos fallaba que en Bahrein. Vamos a seguir cavando, seguir apretando, y voy a estar en la fábrica así que voy a seguir empujando para encontrar soluciones con los chicos", dice el compañero de Pierre Gasly, que no pudo finalizar la prueba.

No está nada contento

A pesar de que Alpine no fue el coche más lento de toda la clasificación (el monoplaza coche del fin de semana lo tuvo Racing Bulls), Ocon asegura que es "muy optimista" poder decir que "podía luchar": "Es mucho decir que podíamos luchar...".

"Nos las arreglamos para ponernos delante de ellos de alguna manera, pero en un circuito normal, creo, con situaciones normales, y sin luchar, seguimos estando detrás", ha sentenciado Esteban.