A pesar del jarro de agua fría que supuso para los aficionados de Aston Martin el séptimo puesto de Fernando Alonso en el Gran Premio de Gran Bretaña tras terminar quinto el fin de semana anterior en Austria, el piloto asturiano quiso ver el vaso medio lleno.

El bicampeón del mundo de Fórmula 1 era consciente de que a la escudería británica le iba a tocar sufrir en Spielberg y Silverstone, trazados que no se adaptan a sus fortalezas, por lo que el objetivo era minimizar daños.

"No estoy preocupado con el desarrollo del coche... Con Mercedes y Ferrari lucharemos hasta el final. Austria era uno de nuestros peores resultados y hemos sacado puntos. En Abu Dhabi, veremos", explicó Alonso ante los medios tras la carrera.

"Espero que en Hungría volvamos a cosechar un buen resultado", añadió en línea con la radio que le dedicó a su equipo tras finalizar la carrera.

En ella, trató de alentar a la escudería con un esperanzador mensaje: "No os preocupéis, chicos. Ahora se vienen fines de semana mejores para nosotros".

"Séptimos. Probablemente mejor que la velocidad que teníamos hoy, bien hecho. Gracias chicos", añadió.