"¡No power!": así de tajante se mostró Fernando Alonso por la radio de Alpine cuando su A522 decidió pararse a falta de doce giros para terminar el Gran Premio de Arabia Saudí.

El asturiano marchaba séptimo por detrás de Lewis Hamilton, que debía realizar su parada y así 'Magic' se auparía hasta la sexta posición.

Sin embargo, y siendo el preludio de los abandonos de Daniel Ricciardo y Valtteri Bottas, la unidad de potencia desfalleció y Alonso logró llegar hasta el pit lane, donde aparcó el monoplaza.

Al bajarse del coche, Fernando evidenció su decepción: el ovetense se golpeó en el casco con gesto de desaprobación y dejó su mirada clavada al suelo.

Tras la carrera, el bicampeón del mundo se pronunció en 'DAZN': "Hemos tenido un ritmo fuerte. Éramos sextos cuando hemos tenido el problema. El coche ha ido rápido y se ha sentido bien. Las sensaciones son mejores que los resultados".

Alonso lamentó que el nivel del coche no se refleje en la clasificación: "Con estas prestaciones es increíble que solo tengamos dos puntos. Son muchos los que hemos perdido, pero tenemos ritmo. Debemos estar contentos".

"No hemos logrado puntos. Hemos perdido mucho para el equipo y además se los hemos dado a nuestros rivales. Hay un largo camino", zanjó Fernando, que también afirmó que su pelea con Ocon "nos hizo perder tiempo. Mi coche parecía ir un poco más rápido".