Fernando Alonso ha hecho que Aston Martin vuelva a saborear la dulzura de un podio de Fórmula 1. Después de las experiencias con Sebastian Vettel, el asturiano ha puesto la primera y exitosa piedra del proyecto de los ingleses para ganar el Mundial con un tercer puesto enel GP de Bahrein.

Y eso, claro está, había y hay que celebrarlo. Hay que hacerlo porque fue una más que merecida posición para un Alonso que se marcó un carrerón. Que no necesitó ni al dios de la lluvia ni ningún tipo de suceso afortunado delante o detrás en forma de safety car. Que lo que ganó, se lo ganó en la pista.

Lo hizo con adelantamientos como los realizados a Russell, a Hamilton ya Sainz. Lo hizo a pesar del inicial incidente con Lance Stroll, su compañero, qué menos mal que no quedó en nada. Y lo hizo con un Aston Martin, con un coche, que deja claro que es un proyecto ganador.

Aston Martin ha creado un monstruo

Que han creado una auténtica obra maestra de la ingeniería y que sí, que esta vez Alonso acertó. Que hizo bien en dejar Alpine, en desoír los cantos del cuarto equipo en 2022 para vestir el verde del que por entonces era el noveno. Del que en Bahrein 2023 fue el segundo.

Tras las declaraciones y las ceremonias pertinentes en el podio tocaba celebrarlo con el equipo. Con un equipo que ha hecho un brillante trabajo en invierno y que a Red Bull ya le ha llamado la atención. Todos eran uno con el asturiano.

"¡Oh, Fernando Alonso!"

"¡Oh, Fernando Alonso! ¡Oh, Fernando Alonso! ¡Oh, Fernando Alonso!", cantaron en el equipo de Aston Martin con el trofeo del tercer puesto bien presente.

Es solo "la base del coche", como se ha hartado de decir Fernando en estas declaraciones en Bahrein tras ser quinto en clasificación y tercero en carrera.

Sí, Alonso sabe cosas... y parece que lo mejor está por llegar.