"La Fórmula 1 no me resulta atractiva". Eso es lo que ha dicho Fernando Alonso en un acto de su Fundación. Así de tajante, el asturiano ha cerrado de par en par las puertas a un posible regreso al Gran Circo en plena crisis de Sebastian Vettel con Ferrari, lo que le podría haber acercado de nuevo a la 'Scuderia'.

Porque hasta hoy, Alonso siempre había dicho que con un coche competitivo él estaría encantado de volver, y en Ferrari le pueden dar lo que él querría tener a corto plazo. Sin embargo, ve a Mercedes con demasiado dominio como para poder optar al Mundial con cualquier coche que no sea el plateado. Con Hamilton, difícil verle con los de la estrella.

El óvalo de Indianápolis... pero sin temporada completa en la IndyCar

Así pues, y eliminando la F1 de la ecuación, la IndyCar planea sobre el horizonte del asturiano. Pero no en una temporada completa, algo que él mismo ha descartado igualmente, sino para conseguir esa Triple Corona que tantas ganas tiene de obtener. Cuenta con Mónaco y con Le Mans en su haber, pero le faltan las 500 Millas de Indianápolis.

Lo ha intentado en una ocasión y media, pues mientras que en 2017 sí que corrió la carrera, e incluso luchó por la victoria, en este 2019 con el McLaren ni ha pasado de la ronda clasificatoria. Y eso es un problema, pues su relación con los de Woking no pasa por su mejor momento. Seidl ya ha dicho que no se volverá a subir al coche naranja, y ya han confirmado que Carlos Sainz y Lando Norris serán sus pilotos en 2020.

El WEC, tampoco... ni el Dakar 2020

Dos motoristas hay en la Indy... y uno de ellos es Honda. Los japoneses, que se desvivían por contar con el asturiano en su regreso a la F1 con McLaren, ahora tampoco parece que le vayan a acoger con los brazos abiertos. Mismamente, este 2019 el McLaren que pilotó Fernando en el óvalo estaba motorizado por Chevrolet, y no solo son las críticas vertidas hacia el motorista lo que no ayudan, sino también su pertenencia a Toyota.

Con ellos ha logrado hacerse con el WEC y ganar dos veces en Le Mans, pero el campeonato del mundo de resistencia tampoco entra en los planes de Fernando para el próximo año. Los nipones cuentan con él para el Dakar eso sí, sin embargo, el bicampeón de F1 tiene claro que llegar de nuevas a la competición más dura sobre tierra no parece ser la mejor idea.

La NASCAR, la opción más probable

Por tanto, las opciones empiezan a desvanecerse aunque él tiene claro qué es lo que va a hacer. Las 500 Millas de Indianápolis son su principal objetivo, y está claro que quiere correr el Dakar en algún momento. Podría tener un 2020 solo con carreras sueltas, tanto en asfalto como en tierra para probarse, pero hay dos opciones que, de menor a mayor, pueden contar con el asturiano: la Fórmula E y, sobre todo, la NASCAR.

No son pocos los pilotos que han probado suerte en la competición eléctrica de monoplazas, pero Fernando Alonso, en relación a la NASCAR, ya se ha subido al coche de Jimmie Johnson. El asturiano es un apasionado de las competiciones de motor norteamericanas, y en el país ha levantado pasiones en todas las ocasiones que allí ha competido. Está opción es, ahora mismo, la que más posibilidades tiene de convertirse en el futuro de Fernando.

Ya ha decidido, pero solo él lo sabe

Lo que está claro es que 'novias' no vana faltarle a Alonso, pues su nivel como piloto está fuera de toda dudas. Lo ha demostrado en la F1, tanto con coches dominantes como con coches que dominar lo que es dominar dominaban poco. También en el WEC, siendo dos veces campeón en Le Mans en sus dos únicas participaciones y también campeón del mundo en su primer intento. También en la IndyCar, con una gran exhibición en 2017 en el óvalo de Indianápolis hasta que el motor Honda falló. Fernando ya sabe qué es lo que va a hacer... se admiten apuestas hasta que decida confirmarlo.