Un Aston Martin muy distinto al Alpine, que será "completamente distinto" en 2023, pero muy similar al monoplaza azul en términos de rendimiento: esto es lo que se encontró Fernando Alonso tras probar el coche de Sebastian Vettel en los test de Abu Dhabi hace un par de semanas.

97 vueltas completó el bicampeón del mundo de Fórmula 1, lo que le resultó una gran sorpresa después de lo que había sufrido en Alpine durante la temporada.

Sin embargo, no fue la única novedad que se encontró el asturiano en los de Silverstone en comparación con los de Enstone.

Mientras que con el antiguo equipo Renault tuvo que esperar hasta seis carreras para que le adaptasen la dirección asistida del coche a su estilo, en Aston Martin se la ha encontrado desde el primer día.

"Tenía cierta preocupación por la retroalimentación de la dirección asistida, pero fue una sorpresa muy agradable, ya que no necesitaba cambiar mucho", ha señalado declaraciones recogidas por 'FORMU1A.UNO'.

Estas palabras chocan bastante con las que dejó en la previa del GP de Mónaco en 2021 cuando le pidió a su equipo un cambio inmediato.

"Es más para mi comodidad, son pequeñas cosas para estar cómodo con el coche. Como dije, este coche tiene un enfoque diferente de la dirección asistida, de las sensaciones que obtienes del peso del volante. Sin ser demasiado específico sobre los cambios, estoy acostumbrado a una dirección asistida diferente, y eso es algo a cambiar en el coche, al menos en mi lado", dijo entonces Alonso.

De hecho, estos pequeños detalles de comodidad apuntan a que se seguirán puliendo en un test que tiene previsto hacer Aston Martin con Fernando el próximo 7y 8 de febrero en Jerez para las pruebas de Pirelli.

Entre tanto, Luca Furbatto, el nuevo director de ingeniería, y Dan Fallows, antiguo diseñador senior de Red Bull, siguen puliendo el diseño del AMR23, un coche quevoces autorizadas del paddock destacan como un monoplaza a tener en cuenta la próxima temporada.