A pesar de terminar en los puntos con una novena posición que distaba mucho de la realidad de carrera, Fernando Alonso se mostró muy descontento al término del Gran Premio de Bahrein.

Ni las averías de los de Red Bull de Max Verstappen y Checo Pérez, ni la del AlphaTauri de Pierre Gasly, ni el 'satefy car', que aunado le permitió dar caza a los de delante y terminar como noveno clasificado, contentó al bicampeón del mundo de Fórmula 1.

El asturiano terminó dos posiciones por debajo de su compañero, Esteban Ocon, que no entró en Q3 y sufrió una penalización de cinco segundos por chocar con Mick Schumacher, pero que tuvo mucha más velocidad que el A522 de Fernando.

Pasada la bandera de cuadros, en la radio con su ingeniero, este le comunicó la posición en la que habían terminado Ocon y él, esperando que Alonso le replicase de alguna manera... pero esto no sucedió.

'Magic' permaneció callado, entonando un silencio sepulcral que evidenciaba su decepción tras una primera carrera en la que el Alpine apuntaba más alto, y más con los abandonos de Verstappen y Pérez, pero que terminó con dos puntos. Arabia Saudí, en la mira.