Una carrera. Tan solo una carrera, y el ambiente en Ferrari parece ser completamente irrespirable. La marcha de Mattia Binotto, lejos de calmar las aguas, no ha servido para nada debido a un SF-23 que no ha nacido precisamente de la mejor manera. En Bahrein se vieron, y mucho, las costuras de un monoplaza que va igual de bien que en 2022 a una vuelta y que en tanda larga va igual de regular que el pasado año. Hasta Aston Martin parece estar por delante.

El monoplaza, directamente, se come las ruedas. En cuanto pasan unas pocas vueltas, la altísima degradación provoca que los tiempos tanto de Leclerc como de Sainz no dejen de subir mientras que los de los demás rivales o bien se mantienen o bien incluso mejoran por la menor carga de gasolina. Y esto es algo que preocupa, y mucho, a Charles Leclerc.

Más todavía viendo que los problemas de fiabilidad siguen estando ahí. Lo que lastró el pasado curso al Ferrari está presente, y el monegasco tuvo que retirarse por un problema después de que incluso antes de la prueba cambiase las baterías del coche.

Lo más curioso es que solo pueden usar dos diferentes en un mismo Mundial, y podría ya incluso recibir una penalización en Arabia Saudí, segundo Gran Premio del Mundial.

Leclerc ya ha hablado con el gran jefazo

Tal es la situación que, según informa 'La Gazzetta dello Sport', Charles Leclerc se habría reunido ya con Elkann, el gran jefazo de la 'Scuderia', para transmitirle sus dudas con respecto al proyecto de Ferrari.

Porque, no olvidemos, el monegasco y Verstappeneran grandes rivales en el karting, y ahora Max, de ganar este Mundial, puede tener tres en su haber desde que está en Red Bullmientras que Leclerc apenas puede sumar un subcampeonato.

Y el líder del SF-23 se va a McLaren...

Además, todo lo que rodea al equipo no invita al optimismo. David Sanchez, líder del concepto del Sf-23, ha dejado la 'Scuderia' y salvo sorpresa mayúscula terminará en McLaren junto a Andrea Stella.

Eso, unido a las marchas de Gino Rosato y de Jonathan Giacobazzi, y a las dudas que tiene Iñaki Rueda sobre si continuar o no tras haber sido relegado del muro de carreras al garaje remoto de Maranello, no hacen otra cosa que acrecentar los problemas de un equipo que hace mucho vive sumido en el caos.

El caos, una constante

Que lleva sin ganar un Mundial de pilotos desde 2007, y que no cata nada en constructores desde 2008. Son ya 15 años desde el último gran éxito de la que es, por historia, gran escudería de toda la historia de la F1.