Tras el aplazamiento del GP de China por el coronavirus, ahora es Baréin la carrera que va a sufrir las consecuencias de esta epidemia global. La prueba, segunda del Mundial, se va a disputar a puerta cerrada conforme a lo estipulado y decidido por la organización del evento y por las autoridades sanitarias del país.

"Dada la expansión del coronavirus por el mundo, un evento deportivo abierto al público y con miles de personas viajando e interactuando con los aficionados locales no habría sido correcto", dijeron los organizadores.

El Mundial de Fórmula 1 está sufriendo las consecuencias del coronavirus, y no solo por el aplazamiento del GP de China. A pesar de que campeonato comenzará como estaba previsto en Australia, en la pista de Albert Park, la situación se ha complicado por la situación en el norte de Italia.

Ferrari ya avisó que lo quiere todo negro sobre blanco con respecto a este tema, y que de no ser así no viajaría a los países en los que se celebrasen las carreras.

Además, no solo sería la 'Scuderia' quien faltase a dichas citas, sino también Haas, Alfa Romeo (motorizados por Ferrari), y también Alpha Tauri, el otro equipo italiano.

Chase Casey, presidente de la F1, dijo a laSexta Deportes que el comienzo del Mundial se celebraría tal y como estaba previsto, salvo por el aplazamiento de Australia, aunque la situación está sin duda empeorando con el paso de los días.

Carlos Sainz llamó a la calma, mientras que Lewis Hamilton responsabilizó a los gobiernos por su actuación con esta crisis a nivel global.

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