Fernando Alonso es una de las voces más autorizadas de toda la Fórmula 1. Por su experiencia, por sus dos Mundiales y por todo lo que representa. El asturiano, en el GP de Arabia Saudí, dejó un claro mensaje para la FIA y para Michael Masi por las peligrosísimas condiciones en las que estaban pilotando.
"Esta es una situación de 'safety car", comenzó diciendo el asturiano por su radio al equipo Alpine.
Luego, nombró a Masi: "Lo necesitamos. No sé si Michael está escuchando, pero son las peores condiciones de todo el fin de semana".
"Han sacado multitud de banderas rojas y ahora estamos corriendo a 300 km/h con el circuito así", sentenció Alonso.
No le hicieron absoluto caso. La pista estaba complicadísima, con multitud de trozos de coches por el asfalto en algo que más parecía un desguace que un circuito.
El motivo, un toque entre Vettel y Raikkonen, que dejó piezas del Aston Martin y del Alfa Romeo esparcidos por la trazada.
La solución, un VSC para que los coches aminorasen la marcha y que los comisarios pudieran retirar los pedazos de la pista.
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