Fernando Alonso volvió a subirse a un cajón de Fórmula 1 siete años después tras quedar tercero en el Gran Premio de Catar disputado este fin de semana.

A lo largo del fin de semana en el circuito de Losail, el bicampeón del mundo ha dado una lección de pilotaje, gestión y experiencia desde los primeros libres hasta los últimos giros de la carrera.

La especialidad de la casa, la salida, volvió a quedar de manifiesto después de que se confirmaran las sanciones a Max Verstappen y a Valtteri Bottas, lo que provocó que el asturiano saliese en tercer lugar detrás de Lewis Hamilton y Pierre Gasly.

Neumáticos blandos, zona limpia tras el Mercedes y con Verstappen apretando desde atrás. Fernando aguantó la primera embestida del AlphaTauri al británico aguardando el momento para atacar al francés.

Sin embargo, el líder del Mundial había consumado unos excepcionales primeros metros y se había colocado cuarto a rebufo del Alpine.

El neerlandés se lanzó por el exterior pero Alonso, 'perro viejo' y animal competitivo como ninguno, le cerró a punto de sobrepasar los límites de pista antes de consumar el adelantamiento a Gasly.

En directo, muchos se preguntaron si el ovetense había rozado la ilegalidad ya que Verstappen tuvo que frenar y llegó a tocar tierra, pero las repeticiones dejan claro que la acción fue lícita.

'Mad Max' no había siquiera puesto a la altura del Alpine su Red Bull y, además, Fernando tan solo realizó un cambio de trazada, por lo que aparte de tildarse de agresivo, no sobrepasó el reglamento.

Una vez adelantó al AlphaTauri de Gasly, el piloto español no pudo aguantar a Verstappen, que no tardó en adelantarle. Sin embargo, la carrera de Alonso empezaba ahí: la lucha real era por ser tercero... y así fue. Siete años después, el bicampeón del mundo regresó a un podio que puede ser el 'aperitivo' de 2022 y el cambio normativo.