Barcelona está próxima a seguir en la Fórmula 1. Tal y como cuenta 'Mundo Deportivo', la ciudad, con presencia en el Mundial desde 1991 albergando el Gran Premio de España, está cerca de permanecer en el Gran Circo hasta, al menos, el año 2031.
Todo a pesar de la llegada de Madrid, que será sede del futuro GP de España a partir de 2026. Todo con las 24 carreras que ya conforman el Mundial y que son, a priori, el máximo de pruebas a disputar según afirman los pilotos. A pesar de ello, Barcelona está cerca de seguir en el Mundial.
De ser, junto a Madrid, uno de las dos pruebas que se disputen en España, toda vez que ya compartan espacio en 2026 con Barcelona presumiblemente convirtiéndose en el GP de Cataluña.
Y es que en Cataluña, en Barcelona, siempre han mostrado su confianza a pesar de que la capital de España llegue a la F1. Tras su renovación por cinco años en 2021, la próxima será también por el mismo plazo de tiempo para llegar a 2031.
Renovaciones en Montmeló
Mientras, las obras de renovación del circuito, con una pasarela VIP de tres plantas antes de la curva 10 que está por estrenar.
La pista, los edificios, el pit lane... todo se ha ido modernizando para que Barcelona tenga uno de los mejores eventos del año de la Fórmula 1.
Además, hay buena sintonía con la F1 y con un Stefano Domenicali que públicamente siempre ha reconocido la opción de que haya dos Grandes Premios en España más allá de 2026.
2026 con Alonso... ¿y Sainz?
Con Fernando Alonso de vuelta, y renovado por al menos dos temporadas, y Carlos Sainz en su mejor momento a expensas de saber cuál será su futuro, la F1 goza de gran salud en España.
Está por ver si hay que hacer algún movimiento en un calendario plagado de carreras y que con Madrid, junto a Barcelona, pondrían el número en 25. ¿Habrá ausencias? ¿Bélgica? ¿Imola?
Considerado "parte activa"
La UCO sostiene que Piqué fue "parte activa" en el contrato de la RFEF de Rubiales con Arabia Saudí para la Supercopa
El contexto Según el informe de la UCO al que ha tenido acceso laSexta, los investigadores atribuyen al exjugador un papel más relevante del que se creía en la adjudicación del contrato de la Supercopa de España.