La afición española que haya trasnochado para ver los libres del Gran Premio de Australia debe de estar de enhorabuena. Tres años después de la última carrera en Albert Park, en 2019, la Fórmula 1 regresa a Melbourne con claro acento español.
Carlos Sainz ha liderado la primera tanda por delante de Charles Leclerc, a medio segundo del '55', que ha sido el único en bajar de 1:20.
Con el nuevo difusor, el Ferrari ha mejorado sus prestaciones y al madrileño se le ve mucho más cómodo al volante del monoplaza.
En FP2, el ex de McLaren jugó al gato y al ratón con su compañero en busca del tiempo más rápido, que se terminó llevando el monegasco por delante de Verstappen y Sainz, estando los tres a menos de cuatro décimas. El 'porpoising', la asignatura pendiente de Ferrari al término de FP2.
Alonso, de menos a más
A pesar de no completar una vuelta óptima con el neumático blando en los primeros libres, Fernando Alonso ha dejado claro que las mejoras que ha traído Alpine en el fondo plano han mejorado las prestaciones del A522.
En FP1, el asturiano quedó noveno, pero en la segunda tanda el ovetense brilló sobre el trazado de Albert Park demostrando la potencia de su monoplaza y encuadrándose en cuarto lugar por delante de Sergio Pérez y Esteban Ocon.
Llegó a liderar la clasificación, pero ser el mejor del 'resto' es una gran noticia para Fernando tras el aciago Gran Premio de Arabia Saudí que le dejó fuera de la carrera.