Ferrari ha sido la gran decepción de la temporada 2023. Tras aguantar el pulso a Red Bull durante la primera mitad de 2022, en Maranello esperaban repetir la historia este año y ser la principal alternativa al dominio del equipo de las bebidas energéticas.

Sin embargo, esas esperanzas no tardaron en desvanecerse. Ya en la pretemporada, en la 'Scuderia' se dieron cuenta de que el SF-23 no iba a poder pelear por el campeonato, pero el golpe más duro, asegura Carlos Sainz, lo recibieron en los primeros grandes premios de la temporada cuando vieron que Aston Martin y Mercedes estaban muy por delante de ellos.

"Fue frustrante cuando nos dimos cuenta de que Red Bull estaba un gran paso por delante de nosotros y que iba a ser difícil desafiarlos", ha asegurado Sainz en declaraciones recogidas por 'Motorsport.com'.

El madrileño admite que, viéndolo con perspectiva, las expectativas del equipo italiano eran demasiado altas antes de arrancar el año: "Todos esperábamos que el coche fuera más competitivo, pero nosotros mismos también podíamos serlo y ahora está todo apretado".

Por eso, asegura que Ferrari debe valorar cada buen resultado que se obtenga, a pesar de que para el equipo del 'Cavallino Rampante' solo valga ganar: "Si un fin de semana estamos luchando por ser 5º y eso es lo máximo que podemos hacer, debemos celebrar el hecho de que hemos hecho lo máximo con lo que tenemos este año".

El '55' asegura que el objetivo en lo que resta de temporada debe ser realizar un buen trabajo cada fin de semana dejado de lado esa obsesión por ganar. "La clave es maximizar nuestros puntos de constructor, dejar de esperar una victoria o un podio, y simplemente centrarnos en clavar los principios y ser consistentes", ha concluido Carlos Sainz.