Tres carreras y dos abandonos: ese es el bagaje de Max Verstappen en este inicio de temporada de Fórmula 1. El vigente campeón ha visto cómo Ferrari les ha pasado por la derecha a Red Bull y a Mercedes... lo que se ha unido a los problemas de fiabilidad que está dando el RB18.

El cambio reglamentario ha provocado una metamorfosis en los monoplazas del 'Gran Circo' y solo el 'Cavallino' parece haber dado con la tecla, al contrario que equipos como los de las bebidas energéticas o Alpine, que tienen potencia demostrada, pero una inconsistencia flagrante.

El 'porpoising', tal y como explicó Helmut Marko, asesor de Red Bull, en 'Motorsport.com', fue la causa del '0' en el casillero del neerlandés, por lo que se espera que desde Milton Keynes resuelvan un problema que no está en manos de Honda.

"El abandono de Australia se debió a la ruptura de un conducto de alta presión de carburante, el tramo que va hasta el inyector. Simplemente, según Honda, explotó posiblemente a causa del rebote", señaló.

Desde Red Bull temen que está situación se prolongue y termine por enfadar a Verstappen, que ya sorprendió hace unos días al desmarcarse de la lucha por la corona.

"La verdad es que ahora está más tranquilo. Después de su retirada, regresó al box y discutimos lo sucedido con calma. Sin embargo, en este caso, sabíamos que podíamos encontrarnos con ese problema, porque también tuvimos que lidiar con eso en la clasificación", apuntó.

"Es un piloto emotivo y apasionado que siempre dará su opinión. Pero, en mi opinión, está mucho más tranquilo, más tranquilo que en el pasado", añadió en declaraciones a 'ORF'.

Eso sí, lo que más ha sorprendido es que incida en el temperamento de 'Mad Max' llegando a calificarle de "bomba de relojería".

"Con la nueva puesta a punto del coche, a veces le puede faltar la confianza para mantener su estilo de conducción extremo. Se puede ver que esto hace que Checo esté ahora más cerca de él que en el pasado. ¡Si no volvemos a ganar pronto, él puede convertirse en una bomba de relojería!", ha zanjado Marko.

Este fin de semana, en Imola, Red Bull espera tener solucionados sus problemas en el chasis y poder luchar de tú a tú con Ferrari para evitar que Charles Leclerc amplíe su ventaja en el Mundial de pilotos y los de Maranello en el de constructores.