La Fórmula 1 va a velocidad de vértigo, y no solo por el ritmo al que ruedan los monoplazas. La parrilla de esta temporada 2023 es la más apretada de la historia reciente, y en pocas carreras el panorama ha cambiado de forma radical.

En el Gran Premio de Canadá, disputado hace menos de un mes, Aston Martin introdujo un gran paquete de mejoras que le permitió plantar cara a Red Bull. Fernando Alonso peleó por la pole y acabó segundo tras un gran adelantamiento a Lewis Hamilton.

A pesar de que tuvo un problema con la bomba de gasolina, el asturiano terminó la carrera a tan solo nueve segundos de un Max Verstappen que, por primera vez, vio amenazado su dominio.

Canadá, un cero para McLaren

Ese mismo fin de semana, McLaren se fue de vacío, acabando Oscar Piastri en la undécima posición y Lando Norris en la decimotercera. El equipo de Woking estaba sumido en una importante crisis tras un inicio de temporada profundamente decepcionante.

Pero todo empezó a cambiar en Austria. Aston Martin esperaba confirmar las buenas sensaciones que tuvo en Canadá y volver a poner contra las cuerdas a Red Bull en su propia casa. Sin embargo, Fernando Alonso no solo no pudo subir al podio, sino que, por primera vez en la temporada, vio como McLaren daba la sorpresa y se colaba entre los Red Bull y él.

Las buenas sensaciones del equipo papaya se confirmaron en Silverstone. Allí, Lando Norris se quedó a un par de décimas de la pole, firmada una vez más por Max Verstappen, y Oscar Piastri le acompañó en la tercera plaza en la parrilla. Mientras tanto Fernando Alonso llegó a la Q3 a duras penas y clasificó noveno.

McLaren logró, de la mano de Lando Norris su primer podio del año, que hubiera sido doble si no llega a salir un coche de seguridad que relegó a Piastri a la cuarta plaza. En Aston Martin tenía la esperanza de que fuese una coyuntura puntual, fruto de que Spielberg y Silverstone no se adaptaban a las fortalezas del AMR23.

Y en Hungaroring...

En ese contexto llegaba el Gran Premio de Hungría de este fin de semana. Fernando Alonso se mostró optimista en su llegada a Budapest y aseguró que volverían a pelear por las primeras posiciones, pero se volvió a repetir el escenario.

Los McLaren han vuelto a estar delante, clasificando Norris y Piastri en la tercera y cuarta posición, respectivamente, y los temores de Aston Martin se han confirmado con la octava posición de Alonso y la decimocuarta de Lance Stroll en parrilla.

Además, al equipo de Silverstone le ha surgido un nuevo rival: Alfa Romeo. El equipo italo-suizo ha sido, con permiso de Lewis Hamilton, el gran protagonista de este sábado. La quinta posición de Zhou y la séptima de Bottas confirman que han dado un gran paso adelante y que, sobre todo en los circuitos lentos, pueden dar un susto a los equipos punteros.

Red Bull ya no tiene el 'superpoder'

Mercedes y Ferrari también han sufrido altibajos en este periodo. Los de Maranello, que en Canadá parecía que empezaban a ser competitivos, han experimentado un importante bajón de rendimiento en Hungría, mientras que Mercedes ha logrado su primera pole de la temporada. La Fórmula 1 ha cambiado para todos, incluso para un Red Bull que ya no parece intocable.