En la segunda sesión de libres de Silverstone por fin los coches pudieron rodar con cierta normalidad. Antes la lluvia había provocado el caos y que apenas pudieran completar tiempos los pilotos.

Y en esa tanda de entrenamientos una imagen de Fernando Alonso sorprendió. Porque el Alpine, en curva rápida, sufría el temido 'porpoising'. Y era bastante exagerado.

El coche tocaba en el suelo y se podía ver en el casco del español esos saltos que en la escudería gala ya daban por solucionados, pero que ahora han vuelto a aparecer en el Gran Premio de Gran Bretaña.

Con respecto a los tiempos, Alonso fue sexto por detrás de los dos Ferrari, de los dos Red Bull y del McLaren de Lando Norris. A siete décimas del mejor tiempo, el de Carlos Sainz.

Para encontrar a su compañero de equipo, Esteban Ocon, hay que descender a la decimotercera plaza. Cinco décimas más rápido Alonso que Ocon. Muy superior, de momento, tal y como ocurrió en Canadá.

Pero lo importante llegará este sábado con la clasificación. Y el clima podría volver a ser clave. La lluvia vuelve a amenazar... y el bicampeón es un maestro sobre mojado.