Cuando pensamos que lo habíamos visto todo, siempre queda algo que nos sorprende. Max Verstappen se ha puesto a los mandos de su Red Bull para completar una demostración de velocidad junto a dos 'rivales' inusuales.

Por un lado, un avión de combate de la Segunda Guerra Mundial con más de 80 años de antigüedad ha sido el primer contrincante.

Por otro lado, un autobús londinense que da paso al Gran Premio de Gran Bretaña que se disputará en Silverstone este fin de semana.