Se las prometían muy felices en Alpine pensando en la Q3 del GP de México. Pensando en algo en lo que no se debe pensar. Porque, para llegar ahí, primero hay que superar Q1... y Fernando Alonso no fue capaz de pasar el primer corte en el GP de México.

Todo fue al revés para él. Cuando se disponía a realizar su primer intento con neumático blando, Lance Stroll se fue contra el muro. Sí, una goma prácticamente ya usada sin haber sido usada. La cosa no pintaba bien para un Alonso que no puede desperdiciar ni un solo intento.

Aún así, Fernando y Ocon fueron los últimos en tomar la salida en la reanudación de la Q1. Se la querían jugar a un solo intento. Un intento que salió en el caso de Esteban pero no en el del asturiano. Malo, muy malo, fue su primer sector. Y todo empezó a verse muy oscuro.

Porque estaba dentro, pero por poco. Solo por delante de Carlos Sainz, que estaba claro que iba a mejorar. Tras ambos, la nada. El vacío. La eliminación. Una que marcaba Sebastian Vettel, y el germano, ya con la bandera a cuadros, mejoró.

Así pues, el plan de Alpine con los rebufos de Ocon y Alonso salió mal... o más bien ni siquiera salió porque ni pudieron hacerlo. Fernando se fue fuera en Q1 y todo lo que ensayaron en los Libres 3 no sirvió para nada.

Batacazo total para los franceses, que además saben que Esteban Ocon saldrá en la parte de atrás de la parrilla por cambiar prácticamente medio coche.

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