Audi entrará en el Mundial de Fórmula 1 en 2026, coincidiendo con el nuevo reglamento de motores que revolucionará la máxima categoría del automovilismo mundial. Lo hará de la mano del equipo Sauber (actualmente Alfa Romeo), a quien no solo suministrará los motores, sino que se encargará de desarrollar todo el monoplaza.

La marca alemana ya ha puesto en marcha un proyecto en el que va a inyectar 270 millones de euros en los próximos tres años, una inversión con la que esperan ponerse a la altura de los equipos punteros de la parrilla desde su primera temporada en el 'gran circo'.

Hasta ahora, tanto Sauber como Audi han evitado hacer declaraciones sobre los objetivos de la nueva estructura, pero ahora Markus Duesmann, CEO de Audi, asegura que el objetivo es hacer a la marca de los cuatro aros campeona del mundo.

"No vamos a entrar en la Fórmula 1 por capricho, queremos demostrar lo que podemos hacer", ha declarado Duesman a 'Der Spiegel.

El máximo responsable de Audi asegura que quieren repetir en la Fórmula 1 el éxito que han tenido en otras categorías, como el Mundial de Resistencia o la Fórmula E: "Hemos hecho todo lo posible para ganar en todos los campeonatos en los que hemos participado. Hasta ahora, siempre lo hemos conseguido".

Los precedentes no invitan al optimismo

A pesar de la gran inversión de Audi, la historia reciente muestra que los nuevos fabricantes tardan años en conseguir buenos resultados. Honda volvió de la mano de McLaren en 2015 y tardó siete temporadas en ganar un Mundial, el de 2021 con Red Bull. Renault volvió a la Fórmula 1 en 2016, y hasta ahora su mejor resultado ha sido la cuarta posición de la temporada pasada.

El ejemplo más exitoso es el de Mercedes, que ha dominado prácticamente toda la 'era híbrida', aunque el equipo de la estrella estuvo cuatro temporadas sin ganar hasta que en 2014 se hiciera con su primer campeonato. Con estos precedentes, todo apunta a que el camino de Audi hacia la cima de la Fórmula 1 no será tan sencillo como esperan los alemanes.