Con la polémica por la liviana sanción a Lewis Hamilton aún coleando y, afortunadamente, con Max Verstappen recuperado del accidente que ambos protagonizaron en Silverstone, en Red Bull ya les toca mirar al presente y afrontar las consecuencias.
¿Cuáles? Las económicas. Con el monoplaza del neerlandés rozando el siniestro total, desde la escudería de las bebidas energéticas esperan que la unidad de potencia pueda salvarse.
Para ello la han enviado a Japón, cruzando los dedos para que los ingenieros y mecánicos de Honda puedan obrar el milagro.
Con la duda de si podrán rescatar el motor, deberán hacer frente al resto de elementos del coche bajo el techo presupuestario establecido por la competición en 2021: 120 millones de euros.
Helmut Marko, asesor de Red Bull, ha dejado una estimación de lo que puede suponer crear otro monoplaza: "Tal y como están las cosas, serán más o menos tres cuartos de un millón de euros, aunque la situación del motor no está del todo clara".
"Especialmente en tiempos de límites presupuestarios, esto supone una cantidad importante, nos perjudica", ha añadido en declaraciones a 'RTL'.
750.000€ por un nuevo RB16B. Duro golpe a las cuentas de la escudería, que cruzará los dedos para que no se repitan más accidentes como el del GP de Gran Bretaña ya que tan solo se permite usar 3 motores a lo largo de la temporada.