Un coche muy veloz en curvas lentas, pero que sufre en las largas rectas. Eso es el Aston Martin de 2023. Eso sí, un coche que le ha permitido a Fernando Alonso subir al podio hasta en siete ocasiones. Un resultado más que brillante. Sobre todo teniendo en cuenta todo lo que sufrió con Alpine en el pasado.

Pero el asturiano ni mucho menos se conforma. Siempre ha querido más y su obsesión es ganar en la Fórmula 1. También la de su equipo, con un multimillonario Lawrence Stroll a la cabeza que ha aterrizado en la competición para eso.

Insistió Alonso en Japón, con varias quejas incluidas, en el déficit en la velocidad punta. El AMR23 no es un coche rápido ni con el DRS abierto. No lograba acercarse a sus rivales de esta manera.

Y Aston Martin ha hablado de los motores Mercedes y cómo se adaptan a lo que les llega desde las flechas de plata. Lo ha comentado Luca Furbatto, director de ingeniería de la marca británica.

"Estamos muy contentos con lo que recibimos de Mercedes, aunque en términos de construcción del monoplaza, estamos parcialmente liderados por ellos. Recibimos las dimensiones de la unidad de potencia, la caja de cambios y la parte trasera, por lo que tenemos que adaptar el diseño de nuestro coche a lo que nos proporcionan", ha expresado en la web oficial de Aston Martin.

Todo eso debería cambiar en dos años, con el nuevo reglamento. Aston Martin dará el "siguiente paso": cambiar Mercedes por Honda. Marca con la que Red Bull y Max Verstappen están arrasando en la parrilla.

"Para 2026, con una unidad de potencia de Honda y nuestra propia caja de cambios, tendremos el control de nuestro propio destino. Si queremos dar el siguiente paso hacia la victoria, esto es lo que tenemos que hacer", ha sentenciado.