Fernando Alonso tuvo que exprimir al máximo su coche, su Aston Martin, en Arabia Saudí. Con un cuarto puesto de salida, y con unas previsiones que le dejaban como séptimo, el asturiano terminó quinto tras una carrera de trabajo y riesgos en una pista que no permite ni un solo error.

Que se lo digan a Lance Stroll. Que se lo digan al compañero de Fernando. El canadiense, por arriesgar más de la cuenta, tocó el muro para destrozar la dirección y acabar en las protecciones. Para terminar en un lugar en el que bien pudo concluir su prueba Alonso.

Pero él es uno de esos pilotos de otra galaxia. De esos que justifican hasta el último céntimo que cobran. Porque donde su compañero falló él no. Porque él sí rozó, que no tocó, el muro de una pista que tanto da como tanto quita para quien decida acercarse a los límites.

Fue en la curva 9, con una radio en la que él mismo reconoció su 'beso' al muro saudí. En palabras a 'DAZN', reconoció que algo de miedo tuvo.

"Hay que buscar soluciones"

"Mucho susto, sí. Nunca quieres cometer un error... y mi compi estaba fuera de carrera. Se me pasó por la cabeza quedarnos los dos fuera, y sería un varapalo para el equipo", afirma.

En cuanto a la carrera, quinto puesto: "Quedaban 42 vueltas cuando paramos y estábamos en una zona desconocida. Tenía mis dudas".

"Nos mantuvimos con una parada, pero los neumáticos aguantaron bien", cuenta para sonrisa de un Aston Martin que come bastante goma en este comienzo de Mundial.

Y eso es algo que toca cambiar: "Veremos en Australia. En clasificación somos rápidos, pero en carrera no podemos con McLaren o Mercedes. Hay que buscar soluciones".