El GP de Mónaco es una de las carreras más especiales del Mundial de Fórmula 1. El motivo, su historia, y cómo hace valer el riesgo. Cómo hace que el piloto que más se acerque a los muros sea el que triunfe. Sobre todo en clasificación, pero de tanto acercarse a ellos a veces pasa lo que pasa... A veces pasa lo que ha pasado en Q3 con Fernando Alonso y Carlos Sainz de protagonistas.

Y con Sergio Pérez también. Entre los tres, entre el de Red Bull, el de Ferrari y el de Alpine, han hecho que luzca una bandera roja justo cuando apenas quedaban 30 segundos para el final de la lucha por la pole.

Fue el azteca el que 'abrió fuego', yéndose contra el muro en la entrada del túnel. Se quedó parado, y Carlos Sainz se llevó puesto su Red Bull.

Eso ya era bandera roja, pero al mismo tiempo, en la curva 5, Fernando Alonso perdía el Alpine para irse directo contra las protecciones.

Iba rápido, buscando cerrar una última vuelta perfecta para consolidar una bien luchada y trabajada clasificación.

Todos los accidentes se quedaron tan solo en un susto. Pérez y Sainz rodaban lentos, y salieron por su propio pie, y el de Alonso tan solo dejó un poco tocado el Alpine.

Charles Leclerc se hizo con la pole en el GP de Mónaco, seguido precisamente de Carlos Sainz y de Sergio Pérez.

A pesar de que Alonso no pudo cerrar su segunda vuelta cronometrada, su tiempo en el primer intento le sirvió para ser séptimo.