La Fórmula 1 lleva casi una década con motores híbridos, en una era en la que se ha cambiado el sonido ensordecedor de los monoplazas por la optimización de la energía. Aunque esta tendencia se quiere mantener, la FIA ya piensa en proponer un nuevo reglamento para la fabricación de nuevas maquinarias, sobre todo más económicas.

Según 'Motorsport.com', los motoristas han acordado seguir usando los V6 Turbo de 1.6 litros. Habrá piezas que necesitarán cumplir con peso y medidas estándar, pero con la libertad de poder crear otras que sean obra de cada escudería.

Se buscará que la mitad de la energía se cree por la combustión del motor y la otra de manera eléctrica, siguiendo el camino que más fuerza está teniendo en el mercado automovilístico a día de hoy y ahorrando muchos costes, principal problema por el que solo hay 3 empresas que fabrican motores actualmente, tras la retirada de Honda.

Para ello, se ha convenido deshacerse del MGU-H, sistema que se encargaba de generar energía a partir del calor que se pierde por los gases de escape. Por lo tanto, se queda la cinética de los coches, producida a partir del MGU-K. Se generará menos energía, pero se mantiene la potencia en 1000 CV.

Estas modificaciones provocarían una diferencia en gastos de 2 a 1 millón de euros por motor, prioridad fundamental. Se insinúa que para no sobrepasar un cierto nivel de costes, se pueda acordar un techo presupuestario para la creación de motores.

Será entre 2025 y 2026 cuando se lleven a cabo tales variaciones, poniendo más en valor la óptima ejecución de dichos cambios que la inmediatez. Por ahora siguen las negociaciones, que cuando lleguen a buen puerto tendrán que ser aprobadas por el Consejo Mundial de los Deportes de Motor de la FIA.

Si se llega a un acuerdo, estimado para diciembre, esta situación podría convencer a nuevos motoristas, como Audi, Porsche o Volkswagen, para introducirse en el 'Gran Circo'. En el caso de éste último, Mercedes ya ha comentado que sacrificaría sus intereses por la llegada de la marca alemana.