"Solo fue un pequeño beso". Esa fue la respuesta de Fernando Alonso cuando le preguntaron por su golpe contra el muro en la curva 18 de Mónaco, la última del circuito.

El piloto español dañó el alerón delantero del Alpine y entró en boxes de manera inmediata para cambiarlo. No había pasado nada. Pudo continuar con los entrenamientos libres de la mañana.

En la rueda de prensa posterior recordó el accidente que vivió precisamente en Mónaco, en 2010, al volante del Ferrari. Entonces fue en los Libres 3 y fue muy diferente a lo ocurrido este jueves.

"Toqué la barrera en 2010, eso fue mucho más doloroso porque después de eso me perdí la clasificación. Hoy fue sólo un pequeño beso y luego seguimos", afirmó.

Alonso volverá a luchar por entrar en Q3 en la jornada del sábado, aunque el Alpine no parece tan rápido como el pasado fin de semana en Barcelona. Esteban Ocon tampoco pudo terminar entre los diez primeros.