Fernando Alonso mostró su enfado por radio en varias ocasiones durante el Gran Premio de Australia. Ni la estrategia ni los neumáticos... todo salió mal para el equipo Alpine, aunque sólo en el coche del asturiano. Esteban Ocon volvió a puntuar y ya suma 20 puntos en tres carreras.
Uno de los momentos más tensos entre Alonso y su ingeniero ocurrió después de su parada a boxes, ya con los medios. Esos neumáticos no dieron el resultado esperado y no fueron rápidos. De hecho sufrió ante coches y pilotos que a priori deberían estar por detrás.
El aviso del ingeniero de Alpine sobre la llegada de Mick Schumacher por detrás lo desencadenó todo. "Tienes que apretar, viene Schumacher por detrás", le decían desde el box de la escudería francesa. Y a Alonso parece que no le gustó demasiado el mensaje.
"El Alpine es el problema...", respondió Fernando. Más claro, imposible. Su A522 no podía competir con los Haas, Alfa Romeo e incluso los Aston Martin. La degradación de la rueda delantera izquierda le obligó a pasar de nuevo por boxes. Una segunda parada que no estaba planificada.
Alonso terminó el último, el decimoséptimo, poniendo por segunda vez los medios. Esa radio demostró el enfado del español. Un enfado que había empezado el sábado. En la Q3, en una vuelta que incluso le podía dar la pole, un problema hidráulico provocó que su coche terminara contra el muro.
Y tras ello, la estrategia de las paradas. Otra radio muy esclarecedora. Con el safety car provocado por el accidente de Sebastian Vettel, Alonso pidió entrar a boxes... pero Alpine le pidió que se quedara en pista. "Creo que ha terminado la carrera para nosotros", respondió. Y así fue.