Alpine tiene mucho, muchísimo en qué pensar después de la carrera al sprint de Brasil. Cuando todo parecía dispuesto para un buen resultado de Alonso y de Ocon, Esteban fue tremendamente agresivo en la curva 4 con Fernando en una acción que echó fuera de la pista a su compañero y que, al perder el coche, terminó con un toque entre los dos.

El resultado de tan absurda lucha fue que el asturiano terminó con el alerón delantero roto, por lo que tuvo que entrar en boxes y caer hasta la última plaza, y con el francés perdiendo ritmo en cada vuelta.

Tal fue su pérdida de tiempo que a pesar de que Alonso perdió más de 20 segundos por cambiar su alerón al final terminó por delante de Ocon en la prueba al sprint.

Y no era para menos, porque la imagen de cómo estaba su Alpine al terminar la carrera era tremenda.

Acabó en llamas, con los mecánicos yendo raudos al lugar en el que estaba el monoplaza para apagar el tremendo incendio que se había formado en el coche francés.

Su Alpine, roto. El pontón, algo que ya ha dado algún que otro problema al coche francés, directamente ni estaba.

Sí, muchos deberes van a tener ahora en la zona noble de Alpine con Alonso y con Ocon en un momento crítico, con una situación que cada vez es más insoportable entre dos pilotos, dos compañeros de equipo, que han tenido ya varios roces desde la segunda carrera en Yeda.

Mientras, McLaren sigue apretando por una cuarta posición en el Mundial de constructores que cada vez más claro está que en Alpine están perdiendo por cosas totalmente evitables.