El regreso de Fernando Alonso a la Fórmula 1 no ha sido precisamente un camino de rosas. Antes de que se disputarán las breves jornadas de test de pretemporada, el bicampeón del mundo sufrió un accidente de bicicleta en Lugano que le imposibilitó disfrutar de su día y medio de entrenamiento.

Su redebut en el 'Gran Circo', más de lo mismo: un envoltorio de un sándwich le dejó fuera del Gran Premio de Baréin.

Sin embargo, con el paso de las citas en Portimao, Cataluña, Mónaco, Bakú y Francia, se ha visto cómo el nivel y competitividad del asturiano han incrementado, fruto de su mayor adaptación al inestable A521 y a la categoría tras sus 'affaires' en otras categorías como el WEC, el Dakar o la IndyCar.

Precisamente, eso señalan en Alpine como el gran 'hándicap' de Alonso en su regreso. Laurent Rossi, CEO de la escudería, habla de "consistencia": "Ya era rápido, me refiero a que en cada carrera ha sido capaz de marcar unos tiempos muy buenos que la mayoría de las veces son tan buenos como los de Esteban".

"No se sentía necesariamente cómodo repitiendo esos esfuerzos, esos buenos tiempos una y otra vez, lo que supongo que era un poco el periodo de adaptación. Necesita acostumbrarse al coche para sentir que vuelta a vuelta tiene el mismo rendimiento una y otra vez. Lo está consiguiendo, y lo demostró en su show en Bakú, fue una carrera muy buena. Nos dio un par de puntos simplemente por puro talento", ha añadido Rossi.

Seguidamente, el CEO de Alpine ha comparado la situación del ovetense con otros pilotos que han cambiado de escudería: "En el caso de Fernando, supongo que es lo mismo que en el caso de Checo y Dani Ricciardo, les lleva tiempo adaptarse a los nuevos coches. Probablemente son un poco más complejos tecnológicamente hablando, por así decirlo. Quiero decir, Dani tardó un año completo en Renault para acostumbrarse al coche. Ahora repite la experiencia con McLaren, así que supongo que es una buena comparación".

"Ahora se necesita tiempo. No es solo subirse y conducir el coche, es un poco más complejo, probablemente hay más parámetros que puedes afinar, y el coche al principio no era demasiado de su agrado. Pero ha demostrado que, al igual que Checo, se está familiarizando con él bastante bien, y ahora está extrayendo cada vez más de este coche en cada carrera. Así que creo que es algo normal con los coches modernos", ha zanjado Rossi.

Fernando, por su parte, terminó octavo en el Gran Premio de Francia por delante de los Ferrari y los Aston Martin, sumando sensaciones que le hacen afirmar queirá a por los del 'Cavallino Rampante' en las próximas carreras. Su ambición, como de costumbre, carece de límites.