El Gran Premio de Las Vegas comenzó con un absoluto caos en su jornada de jueves. Una alcantarilla en el coche de Carlos Sainz provocó la suspensión de los Libres 1 y la posterior expulsión de los aficionados del circuito.

Y éstos ahora han reaccionado. Han presentado una demanda colectiva contra la organización del Gran Premio y piden una indemnización individual de 30.000 dólares.

Una demanda en la que ya han participado 35.000 aficionados que se vieron afectados en la primera jornada. Esos fans habrían sido compensados con un cheque de 200 dólares para gastar en la tienda del circuito, pero no podrían ver más F1 ese jueves.

Una medida insuficiente para ellos. Y ahora con esa demanda colectiva solicitan 30.000 euros de indemnización.

Por lo que a Las Vegas podría costarle muy caro el Gran Premio en caso de que un juzgado falle a favor de estos aficionados. Una indemnización que superaría los mil millones de dólares en total.

La F1 volvió a Las Vegas cuarenta años después. Y la organización ha recibido muchísimas críticas. También por parte de los pilotos. Porque Max Verstappen, actual campeón del mundo, ha sido muy duro contra todo lo que ha pasado este fin de semana. Eso sí, al final suavizó su opinión.