Si hace una semana se puso en tela de juicio el doble rasero de la FIFA condenando la invasión de Rusia a Ucrania, pero no entrando a valorar los más de 6.500 trabajadores que han fallecido durante las obras para el Mundial de Catar 2022, ahora es la Federación Internacional del Automóvil quien está en la mira.

El Instituto para los Derechos y la Democracia de Bahrein ha mostrado su rechazo a la renovación del Gran Premio del país hasta 2036 después de que el organismo decidiese cancelar las carreras de Sochi y San Petersburgo.

La organización achaca que se "ha abandonado a los que han sido torturados y encarcelados", que se está ignorando "el abuso y el sufrimiento" de los ciudadanos y apunta directamente a un "doble rasero con los países de Oriente Medio" al ignorar el conflicto bélico entre Arabia Saudí y Yemen.

"El Gran Premio ha contribuido al abuso y al sufrimiento de las personas, y la Fórmula 1 no ha utilizado adecuadamente su plataforma para poner fin a los abusos o garantizar la reparación de esas víctimas", reza el comunicado publicado por la 'BBC' y firmado por Sayed Ahmed Alwadaei, director de esta organización.

En la carta, enviada a Stefano Domenicali, jefe de Fórmula 1, reflejan su incredulidad e instan a los pilotos a que "defiendan públicamente los derechos humanos en Baréin y en Arabia Saudí, incluso en las plataformas de redes sociales".

Por su parte, un portavoz de F1 ha replicado defendiendo a la organización: "Durante décadas, la Fórmula 1 ha trabajado muy duro para ser una fuerza positiva en todos los lugares en los que compite, incluidos los beneficios económicos, sociales y culturales. Deportes como la Fórmula 1 están en una posición única para cruzar fronteras y culturas, unir países y comunidades para compartir la pasión y la emoción de una competencia y un logro increíbles".