Qué felicidad. Qué alegría. Qué sonrisa debía tener Marc Márquez con ese podio. Con ese segundo puesto en Jerez. Con su primer cajón en Ducati y el primero en seco desde Austria 2022. Sí, casi dos años. Casi dos temporadas sin catarlo sin que hubiera agua de por medio. Pero en España, en el Gran Premio de España, lo ha logrado.

Lo ha logrado y lo ha celebrado por todo lo grande. Porque es un lugar especial. Porque está en una de sus casas en el Mundial. Porque el público estaba y está, y estará, con él. Por ello, tras la carrera, tras ese duelo con Bagnaia, lo festejó como había que hacerlo.

Fue a donde estaba la afición y se dio un auténtico baño de masas después de una prueba en la que ha disfrutado. En la que hecho disfrutar. En la que se le ha visto, como él ha dicho, más que adaptado a esta Ducati. A esta nueva moto.

Su carrera fue tremenda. Y su celebración, lo mismo. Qué bien le sabe este podio a Márquez... Qué bien le sabe, y qué ganas debe tener ya de que llegue el siguiente Gran Premio.