Carlos Sainz ya está en casa. El madrileño ha pisado de nuevo la tierra de Madrid y lo ha hecho como flamante campeón del Rally Dakar 2020. El de Mini ha sumado este año su tercer entorchado en la 'raid' más dura de todo el planeta, y su recibmiento ha sido a lo grande.

Lo primero que escuchó fue una palabra que describe lo que es. "¡Campeón!", gritó uno de los muchos aficionados que esperaban a Carlos en el aeropuerto.

Fue el primero, pero muchos otros le siguieron entonando el cántico '¡Campeones, campeones!' en la llegada del tres veces ganador del Dakar.

Carlos Sainz fue directo en su llegada hacia su familia. Allí estaba su hijo, también Carlos Sainz, orgulloso de su padre al igual que su padre está de él con cada carrera de Fórmula 1 que disputa.

El piloto de Mini ha logrado, a sus 57 años, ganar su tercer Dakar y además hacerlo con tres coches diferentes. En 2010 venció con Volkswagen y en 2018 hizo lo propio con Peugeot. Diez años después de su primer éxito en las dunas ha repetido.

Ha vuelto a sumar otro trofeo más a su cada vez más numerosa colección después de una competición extraordinaria en la que ha demostrado talento, velocidad y experiencia.